La intolerancia a la lactosa y yo

Un día algo hizo clic en mi cabeza, esos dolores de tripa y molestias intestinales, ¿no serían cosa de la leche (desnatada) que tomaba con el café del desayuno? y los que sentía los viernes por la tarde, cuando tomaba en casa el cortado que iniciaba el fin de semana, ¿no serían de lo mismo? Quizá no, ojalá no, porque dejar la leche, los quesos y los yogures supondría un cambio drástico en mi dieta (en ese momento no sabía la cantidad de alimentos que contienen lactosa). Aún así decidí probar, esas molestias eran incompatibles con mi ritmo de vida y tenía que averiguar qué estaba pasando. Y, efectivamente, dejar la leche del desayuno me alivió un tiempo, más tarde tuve que abandonar también los yogures, y, por último (o eso creía yo) los quesos. Ahora trato de evitar la lactosa todo lo que está en mi mano, aunque mi cuerpo tolera ciertas cantidades pequeñas en algunas circunstancias concretas, nunca sé de antemano qué va a ocurrir.
Durante unos meses, no muchos, me he conformado sin quesos, sin postres y me he adaptado a tomar leche de soja con el café del desayuno. Pero ¡ya está bien! quiero poder volver a disfrutar con la comida, así que me he puesto manos a la obra y he empezado a recopilar recetas sin lactosa, recetas con ingredientes sin lactosa y, por último, a modificar recetas para evitar los elementos con lactosa, y quiero compartir mi trabajo con todos vosotros.
Espero que volváis a disfrutar de vuestra alimentación como lo hacíais "antes de".

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